Después del verano y de las primeras semanas del calor del otoño, es un buen momento para revisar tus neumáticos. Como taller de neumáticos en Sevilla sabemos por experiencia que, durante los meses de verano, los neumáticos sufren claramente un mayor desgaste. Esto se debe, principalmente, a dos motivos.
El primero de ellos es el calor del verano. Durante los meses estivales, la temperatura del asfalto de las carreteras experimenta un gran aumento. El contacto continuo de la goma del neumático con el asfalto a tan alta temperatura provoca que su desgaste se produzca de una manera más acelerada.
El segundo motivo es que en verano se producen desplazamientos más largos. La razón es que muchas personas disfrutan de unos días o semanas de vacaciones y eligen el coche como medio de transporte para realizar sus viajes. Al mismo tiempo, también son frecuentes las escapadas a la playa los fines de semana y otro tipo de planes para aprovechar las tardes libres gracias a las jornadas intensivas de trabajo.
Por tanto, el mayor kilometraje durante los meses de verano, unido a las mayores temperaturas soportadas, tendrá como consecuencia que, al inicio del otoño, los neumáticos se encuentren en un estado de desgaste mayor al que tenían unos meses atrás.
Tras el verano, es frecuente apreciar desgaste en el dibujo de los neumáticos, rajas o deformaciones. Ante cualquiera de estos escenarios, debemos acudir de manera inmediata a sustituir los neumáticos, ya que seguir conduciendo con ellos en ese estado puede poner en riesgo nuestra seguridad al volante.
En el caso de que llevemos un tiempo sin comprobar la presión de los neumáticos, el calor ha podido hacer que su nivel haya descendido. Un neumático desinflado tendrá una mayor fricción con el asfalto, lo que también tendrá como consecuencia un mayor desgaste de la goma.
En resumen, los factores descritos hacen del verano la época en la que los neumáticos de tu coche sufren un mayor desgaste. Por eso, como taller de neumáticos en Sevilla, nuestro consejo es que, una vez terminen estos meses de calor y desplazamientos largos, revises en qué estado se encuentran.
Y, ante cualquier señal de desgaste o deterioro, ve a sustituirlos a la mayor brevedad. Merece la pena y así garantizarás tu seguridad al volante y la de quienes te acompañan.
La presión de los neumáticos es un factor a tener en cuenta mucho más importante de lo que la mayor parte de la gente piensa. El motivo no es otro que su incidencia directa en la seguridad de las personas que viajan dentro de un vehículo. Como taller de neumáticos en Sevilla sabemos que un nivel inadecuado de presión afecta siempre a la velocidad y forma en que se produce su desgaste, lo que puede provocar que no respondan debidamente o que terminen reventando.
Mantener el nivel de presión recomendado en los neumáticos hará que la conducción sea más segura y estén menos expuestos al riesgo de reventar o de sufrir desgastes acelerados e irregulares.
Cada fabricante recomienda varios niveles de presión para los neumáticos de un modelo de coche, los cuales varían según la carga que lleve el vehículo, siendo superior cuando el coche va más cargado que cuando tiene que soportar menos peso. También pueden darse casos en los que el fabricante, debido a la distribución del peso del coche, recomiende dos niveles de presión distinto para los neumáticos delanteros y los traseros. Los lugares más frecuentes en los que podemos encontrar la tabla de presiones recomendadas por el fabricante son en el marco de la puerta del conductor o en el interior de la tapa del depósito de combustible. Otra alternativa será siempre consultar dicha tabla en la ficha técnica del vehículo.
Si el nivel de presión de los neumáticos se encuentra por debajo del recomendado por el fabricante, provocará que al estar demasiado desinflado se produzca una mayor fricción entre neumático y asfalto, conllevando un mayor desgaste de la goma. Por otro lado, cuando el nivel de presión está por encima del adecuado, el desgaste del neumático será mucho más acusado por su franja central que en los laterales, quedando mucho más expuesto a pinchazos o reventones.
En los viajes de verano se unen tres factores que aceleran el desgaste de los neumáticos: mayor carga en el coche, alta temperatura del asfalto y trayectos largos. Son desplazamientos que suelen realizarse con seres queridos, ya sea familia o amigos, por lo que es fundamental garantizar su seguridad comprobando que los neumáticos se encuentren en perfecto estado y la presión sea la recomendada para tu coche según su carga. En estos viajes en los que van varios ocupantes y además se lleva equipaje, deberá ajustarse la presión a la recomendada por el fabricante para mayores cargas. Adicionalmente, para combatir los efectos del calor, se aconseja dejar la presión en un nivel (muy) ligeramente inferior al indicado en la tabla.
Por tanto, si vas a realizar viajes o escapadas en tu coche este verano, como taller de neumáticos en Sevilla recomendamos que compruebes en estado de los neumáticos de tu coche y, en caso de apreciar desgaste en ellos, sustituirlos antes de ponerte en marcha hacia tu destino de vacaciones. Y, por supuesto, comprobando de forma regular que la presión es la recomendada por el fabricante según el modelo y la carga de tu coche.

¿Por qué ocurre?
El uso diario de neumáticos contribuye al desequilibrio. Las imperfecciones normales de fabricación también son una causa: los neumáticos y las ruedas no tienen una distribución de peso exactamente igual. A veces, pueden ser un poco más pesados en algunos lugares, y cualquier mínima diferencia de peso es suficiente para causar una vibración durante la conducción.
¿Cuándo hay que hacerlo?
Un síntoma que indica que es necesario realizar un equilibrado de ruedas es la percepción de vibraciones que se acentúan cuando se alcanza cierta velocidad, normalmente entre los 90 y 120 km/h. Estas vibraciones suelen sentirse en el salpicadero, volante y asientos delanteros cuando el desequilibrio afecta mayormente a los neumáticos delanteros, y en los asientos posteriores cuando se encuentra en los neumáticos traseros.
Además de estas vibraciones, también tiene otras consecuencias menos perceptibles durante la conducción, pero de gran importancia para nuestra seguridad, como un desgaste acelerado de los neumáticos o una progresiva pérdida de adherencia que puede influir en la distancia de frenado.
¿En qué consiste?
El proceso de equilibrado se lleva a cabo para asegurar que el rodaje de las ruedas es homogéneo y evitar vibraciones durante la conducción. Lo que se hace es equilibrar el centro de equilibrio del vehículo para que cuando esté en rodaje su peso quede repartido de forma equilibrada sobre las cuatro ruedas.
Para realizar el equilibrado de rueda, en los talleres se utiliza una equilibradora que simula el rodamiento de la rueda e indica a los mecánicos dónde colocar los pesos que darán el equilibrio. Dichos pesos se colocan normalmente pegados a la llanta, en el interior, si bien hay algunas ocasiones en las que se sitúa entre los neumáticos y las llantas.
El proceso que se sigue es el siguiente:
- Se unen rueda y neumático a una máquina equilibradora.
- La rueda gira mientras se toman las medidas de vibración. Esto nos indica si el peso se distribuye de manera uniforme, cuánto peso hace falta agregar para lograr el equilibrio y en qué parte de la rueda fijarlo.
- Si tras esto se encuentra un desequilibrio, el mecánico procederá a reequilibrar y ajustar los pesos (agregando más).

Es más que frecuente que muchos de nuestros clientes ya lleven tiempo utilizando neumáticos desgastados en sus coches, pero es cierto que hasta que no aparecen las primeras lluvias y, desgraciadamente sufren algún pequeño susto de acuaplanning, cuando se plantean la necesidad de sustituir sus viejas cubiertas deterioradas de forma urgente.
Como profesionales de los neumáticos utilizamos unos baremos para calcular el nivel de desgaste que sufre una cubierta. Por ejemplo, si su relieve mide entre 8 y 4 milímetros, se puede deducir que está desgastado entre un 0 y un 62 por ciento. Si el dibujo mide en torno a los 3 milímetros, podemos afirmar que el desgaste ronda el 80 por ciento. Si la medida desciente hasta 2 milímetros, peligrosamente el neumático estará desgastado sobre un 95%. Finalmente, si la profundidad no es mayor de 1,6 milímetros, la cubierta estará desgastada completamente y será obligatoria su sustitución.
Hay que tener en cuenta de cara a este tiempo de lluvia que, en cuanto hayan caído las primeras gotas, hay que ajustar la presión de las ruedas para adaptarlas a las temperaturas de la nueva estación y controlar que el relieve de la cubierta esté dentro del límite legal recomendable (1’6 milímetros). Además, hay que controlar también otros elementos del coche como el estado de las escobillas limpiaparabrisas, los flujos del aire de la climatización sobre el parabrisas delantero y la luneta térmica (para evitar empañamientos).
Si se ha llevado algunas semanas sin llover es posible que en cuanto aparezca la lluvia, sobre todo, si son débiles, se forme en la calzada una pequeña capa, mezcla de polvo y grasa que desprenden los coches, que puede contribuir a que los neumáticos con poco dibujo se deslicen peligrosamente. Además, también influye la presión, pues si es más baja de lo habitual, las cubiertas se deforman lo que hay que su agarre disminuya. Si tienes dudas, en nuestro taller de neumáticos en Sevilla te revisamos su estado de manera completamente gratuita.
No se puede olvidar tampoco que durante la lluvia hay que aumentar la distancia de frenado y, sobre todo, reducir la velocidad a causa de que los neumáticos pierden mucha adherencia. Asimismo, hay que tratar de frenar con suavidad con objeto de que las ruedas no se bloqueen. También la humedad afecta al sistema de frenado, pues si están mojados perderán su eficacia en gran parte, sobre todo, al transitar por zonas donde el agua se haya acumulado (por ejemplo charcos). En este caso, si quieres secar este otro dispositivo fundamental para la seguridad, basta con accionar repetidamente de forma muy corta el pedal correspondiente.
Por último, también debemos recordar que en las jornadas de lluvia también es frecuente que los cristales del coche se empañen. Si te ocurre eso hay que optar por ventilar el interior del vehículo y activar el aire acondicionado de forma que el aire impacte directamente sobre ellos. ¡Tampoco olvides encender las luces de cruces o anti nieblas si las precipitaciones son muy intensas!

Algunos clientes que han comprados sus neumáticos a través de nuestra tienda online y los han recibido en su domicilio, al abrir el embalaje han visto estas rayas con sorpresa cuando en realidad no hay nada de qué preocuparse, sino más bien al contrario.
Desde Grupo La Negrilla, como taller de neumáticos en Sevilla, siempre nos hemos preocupado por mantenernos al día de las técnicas de vanguardia del mercado y ofrecer a nuestros clientes la mayor profesionalidad. Por esta razón, en nuestro día a día trabajamos con muchísimos neumáticos, por lo que hemos desarrollado un sistema para controlar y clasificar las distintas piezas eficazmente y evitar errores de identificación.
La función de estas líneas podríamos decir que no tienen importancia desde el punto de vista de la producción de los neumáticos, sino que solo tienen una función meramente operativa para los empleados y especialistas de nuestros talleres. Es la marca de calidad que señala que la pieza ha pasado con éxito nuestro test de calidad (revisión visual, verificación mecánica y resistencia a la presión). Para los usuarios no tienen mayor relevancia.
Hay que tener en cuenta que estas señales van a desaparecer al poco tiempo del uso con el roce de la banda de rodadura en el asfalto. Tampoco hay que preocuparse por el color de las líneas, pues es muy posible que diferentes neumáticos de la misma medida estén marcados con tonalidades diferentes.
Otras señales que podemos encontrar en cualquiera de nuestros neumáticos de ocasión o nuevos son unos puntos de colores en los lados de la cubierta, pero su importancia es también menor. En este caso, los significados que pueden tener son diferentes. A continuación vamos a enumerar los más usuales:
Desviación mayor de la fuerza radial variable: Punto rojo (generalmente en modelos de la marca Bridgestone).
Colocación de la válvula. Se trata de una indicación para el montaje del neumático en la llanta. Habitualmente es fruto del acuerdo de una marca de neumáticos con un fabricante de automóviles.
Control de calidad. Habitualmente se representa con un punto blanco con la parte central de color negro.
No obstante, esta clasificación no es definitiva, pues cada marca fabricante cuenta con su propio código, lo que provoca que un color signifique algo completamente distinto para un fabricante u otro, incluso en modelos de la misma firma.